Como sabe todo el mundo, el teatro es el mundo del disfraz. Actores y actrices se ponen en la piel de quien corresponda, disfraz incluído, y nos hacen creer que son lo que no son. Así que, por supuesto, se pueden disfrazar de jueces –o de lo que toque- pero eso, obviamente, no implica que lo sean, aunque haya quien llegue a creérselo e identifique al interpretado por el intérprete. El Spencer Tracy de La Costilla de Adán no era juez sino un actor haciendo de juez, y Katharine Hepburn tampoco era abogada, sino una actriz haciendo de tal. Obvio. Aunque a veces nos lían, como cuando en alguna serie o película salía alguien “as himself” o sea, haciendo de sí mismo y desmontaba la teoría con eso que hoy llamamos cameos. Y, para rizar el rizo, hay actores o actrices que en la vida real son lo…
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