Todo el mundo tiene derecho a vacaciones. Antes o después, nuestro trabajo se pone en modo stand by y el relax en modo on, con el loable propósito de descansar y de lo que se ha dado en llamar “cargar las pilas”. Aunque las pilas ya no son como antes, y, como los móviles, cada vez se nos descarga antes la batería aunque hayamos estado todo el verano cargándola. Llega El final del verano y es hora de volver a la rutina. Los artistas dejan sus bolos veraniegos y se preparan para los próximos estrenos de la nueva temporada. Eso sí, agotando Lo que queda del día. Aprovechando Los lunes al sol que queden.
También nuestro teatro cambia de escenario. Volvemos a cambiar el bañador por la toga, las chanclas por los tacones –o los mocasines- y los libros de lectura por Códigos y leyes. Menos…
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