Pocas cosas hay que llamen tanto la atención como un buen titular. O uno malo, según sea. Pero un titular escandaloso es muchas veces lo que queda, dejando de lado Lo que la verdad esconde. Si nos anunican una película como La historia más grande jamás contada, o dicen que no nos dejará indiferentes, o que jamás vamos a volver a conciliar el sueño, ya entran ganas de verla, o de salir corriendo, según los casos. Aunque luego la cosa no sea para tanto. Pero ya picamos.
La verdad es que nuestro teatro es campo abonado para titulares escabrosos, escandalosos y hasta espeluznantes. Aunque luego no sea oro todo lo que reluce. Porque entre los periodistas, que hoy más que nunca viven entre la Primera página y Al filo de la noticia, hay de todo, como en botica, pero bien saben que el titular es…
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